Birmania

Finca Green Land

En un rincón remoto de la carretera entre Pyin Oo Lwin y Mogok, en el pueblo de Thatkan, la finca Green Land parece una joya escondida entre las montañas. U Sai Wan Maing encontró en esta tierra algo más que un cultivo; encontró un vínculo profundo con su infancia, cuando veía los cafetales en sus viajes al norte con sus padres. En 1998, adquirió este terreno, y un año después, comenzó a cultivar café en un espacio privilegiado entre 1127 y 1158 metros de altitud, con una extensión de 400 acres. Aquí, los cafetos arábigos crecen bajo la sombra protectora de robles plateados y árboles de macadamia, creando un ecosistema donde la calidad y la naturaleza se encuentran.

U Sai Wan, líder en la industria del café en Myanmar, dirige esta finca con un espíritu innovador, experimentando con técnicas avanzadas: distintas disposiciones de árboles de sombra, sistemas de riego por goteo, fertilización de precisión y una bomba de agua solar para conservar los recursos. En 2003, fue nombrado “Productor destacado de café” por la ONU, un título que refleja su dedicación a cada etapa del proceso y su papel en el resurgir del café en Myanmar.

La finca Green Land no es solo una plantación, sino un laboratorio artesanal en movimiento. Con equipos de procesamiento de última generación, como molinos húmedos y lavadoras especializadas, cada grano pasa por un proceso minucioso. Las cerezas maduras son recolectadas a mano, despulpadas y fermentadas en tanques de azulejos durante 20-25 horas. Luego, los granos se secan al sol, girándose cuidadosamente cada hora hasta que alcanzan el punto ideal de humedad. Finalmente, los granos se almacenan, esperando el momento perfecto para ser exportados.

Cada taza de café de Green Land cuenta esta historia: una historia de cuidado, innovación y amor por la tierra, que hace que el café sea más que un producto; sea una experiencia que lleva el sabor de Myanmar al mundo.